El paseo de Santa Bárbara se abrirá completamente al público
en los próximos meses, después de las obras del parking subterráneo y la
posterior urbanización del paseo superior que ha sufrido en los últimos años.
Como dato curioso hay que decir que próximamente se
cumplirán los 40 años de la cesión por parte del Ministerio de Defensa de los
terrenos de la explanada de Santa Bárbara, que los militares utilizaban para
hacer prácticas de tiro en una época donde había cuarteles de artillería en la
zona del paseo Carlos III.
El nuevo paseo de Santa Bárbara contará con 13.533 metros
cuadrados, de los que con baldosas son 8.840, y 2.225 metros cuadrados de
parterres. También hay 175 metros cuadrados de cantos rodados y 237 metros
cuadrados de zonas infantiles, donde se han instalado aparatos para la
diversión de los pequeños, con suelo de caucho, como obliga la normativa. El
nuevo paseo dispondrá de 400 metros lineales de balaustrada, en la que se han
respetado las clásicas farolas que alumbran toda la Alameda, y que son diferentes
a otras, más vanguardistas, y que están diseminadas por la superficie de Santa
Bárbara.
Una vez que se acabe el nuevo teatro José María Pemán se
debe construir una pérgola mirador de 380 metros de longitud que sustituirá al
actual muro exterior del Parque Genovés. Este muro será en un futuro de vinilo
y es absolutamente necesario, ya que sin él toda la flora del parque se vería
sometida al efecto de los vientos y resultaría muy dañada.
Tras la apertura del paseo de Santa Bárbara sólo faltará
acometer la conexión con el Campo de las Balas, donde actualmente funciona en
precario un aparcamiento en superficie, para poder llegar a La Caleta bordeando
todo el frente marítimo de la ciudad. Y desde allí, salvo por el colegio Santa
Teresa, se podrá llegar paseando hasta el paseo Marítimo de la ciudad sin
perder apenas unos metros la costa.
El Paseo lleva este nombre porque en éste se localizaba una
batería de artillería de costa y Santa Bárbara es patrona del arma de
Artillería.
A finales del siglo XVIII se crea un primer parque en los
terrenos situados entre los cuarteles del Camposanto y de la Bomba y la muralla
que limitaba con el mar. Era un paseo mal cuidado y desarbolado y era conocido
popularmente por el Paseo del Perejil y fue llamado así por los gaditanos
porque los árboles recién plantados eran tan minúsculos que parecían matitas de
esa planta.
En 1863, coincidiendo con el Cuartel de la Columela, se
somete a una nueva reforma al realizarse las obras del camino de ronda, estableciéndose
varias mejoras, entre ellas el alumbrado. Desde 1871 se celebraron en esa zona
las renombradas Veladas de los Ángeles.
En 1892, el alcalde Eduardo Genovés y Puig convirtió el
paseo en el parque que hoy conocemos por su nombre. Se tomó como base el
antiguo jardín y se amplió con el denominado Bosque del Ejército, dotándolo con
fuentes, cascada con lago, salón de conciertos y café, así como de un número
más alto y variado de especies botánicas, algunas de ellas de gran rareza y
espectacularidad. Posteriormente se instala el conjunto escultórico Niños bajo
el paraguas, fuente que fue traída de París, obra de Benlliure, que representan
la alegoría de un cuento y que se debió a la iniciativa del Director del Parque
D. Fidel Caballero. También se encuentran varios grupos escultóricos dedicados
a José Celestino Mutis, la Duquesa de la Victoria (que fue una noble dama
gaditana que abandonó y renunció a su vida cómoda y placentera para dedicarse
al cuidado de los heridos de la Guerra de Marruecos. El monumento fue ejecutado
por Julio González Pola en 1925) y José María Pemán. También es digno de
reseñar el monumento dedicado al gran naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.
A finales del siglo XIX se realiza un teatro, cuya
estructura metálica fue obra de Gustave Eiffel. Esta misma estructura fue
destinada hacia 1930 para la construcción del Mercado de la Merced (hoy
convertido en Escuela de Arte Flamenco). Posteriormente se realizó otro teatro,
destinado a teatro de verano, que recibió el nombre de José María Pemán.
También es de destacar la presencia del famoso Cortijo de los Rosales, célebre
sala de fiestas gaditana que estuvo en candelero hasta 1970, donde cerró sus
puertas, y por donde pasaron figuras de la talla de Raphael y Antonio Machín,
entre otros.
El parque tiene una forma más o menos trapezoidal, limitando
con el Hotel Atlántico, con el Paseo de Santa Bárbara, con la avenida Duque de
Nájera y con la calle González Tablas, donde se encuentra la entrada principal.
Fuentes:
Belén Peralta. Recorrido Sentimental por la ciudad de Cádiz. Absalon Ediciones. Marzo 2010
Gabriel Rodríguez Morales. Significado e historia de las calles
y plazas del centro histórico de Cádiz. Asociación Cultural Tántalo. Febrero
2010
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